La Panadería Azul, la que queda cerca de mi casa, se distingue por su servicio.
Su PÉSIMO servicio.
En general, se las arreglan para que toda interacción sea desagradable.
Una de las cosas que más me molesta es cómo me tratan cuando voy por un pan. El pan del desayuno. Un pan y ya.
Porque como no compro pasteles ni otras cosas más caras, me dejan bien claro que soy un cliente de tercera categoría.
Y es que, es verdad que hay unos clientes que son más importantes que otros.
Por ejemplo, en tu caso pueden ser más importantes los que traen más negocios o representan a compañías grandes. Los que tienen más capacidad de compra. O simplemente, los que son más amables.
Así es… No todo el mundo es igual.
Pero una cosa es que eso sea cierto y otra cosa es que el cliente lo note.
Y es que puede que hoy compre solo pan para el desayuno, pero mañana igual y hago una fiesta y compro media panadería.
Pero no solo eso… Es que simplemente la gente, toda la gente, merece el mejor trato.
Merece sentirse que es bienvenida, sin importar si compra mucho o poco, si tiene pinta de buen cliente o no, si es joven o viejo, si es hombre o mujer.
El problema es que la mayoría de las veces discriminamos sin darnos cuenta. El cerebro está en automático y trata mejor a un tipo de gente que a otra.
Para que puedas ofrecer una experiencia fácil y agradable a tus clientes, el reto está en reprogramar tu cerebro y hacer un esfuerzo especial por atender a quien tu mente juzga como menos importante. El reto es ser consciente de que, a veces, actúas de manera inconsciente.
EL RETO DE LA SEMANA
Durante esta semana discrimina al revés: fíjate en los clientes a los que usualmente tu mente etiqueta como “malos clientes” y atiéndelos como a reyes… A ver qué pasa 😏
MÓDULOS DE LA ESCUELA DE ANFITRIONES SOBRE EL TEMA
Los 7 pecados capitales del servicio es un módulo indispensable para cualquier persona que trabaja en el área de Experiencia de Cliente. En él profundizamos y practicamos todo lo necesario para no volver a caer en ellos.