Un ingeniero mecánico, un ingeniero industrial y un ingeniero de sistemas iban en automóvil cuando éste se descompuso y quedaron parados en medio de la carretera. El ingeniero mecánico propuso girar la llave al mismo tiempo que activaban el pedal del acelerador, pero no funcionó. El ingeniero industrial, después de su análisis propuso rediseñar el proceso y cambiar al conductor, pero tampoco funcionó. La atención se dirigió entonces al ingeniero de sistemas que sin dudarlo propuso: salgámonos todos del auto y volvamos a entrar.
Si te estás riendo es porque te ha pasado y… ¡ha funcionado!
No eres a la única persona a la que le ha pasado. Muchas veces, cuando se nos traba el celular, el wi-fi, la conexión a internet, o un programa cualquiera, la solución es apagar y volver a encender. Es desconectar, es darle unos minutos o incluso segundos para que arranque de nuevo.
Pues bien, lo mismo sucede con nosotros. Hay situaciones en el día que nos agobian y que no permiten que fluyamos con facilidad. Hay clientes con los cuales nos desgastamos, quedamos agotados y seguimos con el siguiente haciendo un esfuerzo enorme.
La autoexigencia es tal que continuamos uno tras otro atendiendo clientes sin darnos cuenta de que nos estamos desgastando. ¡Y la solución es tan fácil!
Simplemente detente 60 segundos. No necesitas más que eso. 60 segundos para oxigenar tu cerebro, acompasar tu respiración y recargar baterías.
Es importante parar, desconectarse de esa experiencia y luego continuar desde un lugar más consciente.
¿Qué hacer en esos 60 segundos? Solo respira. Nada más… respira y sé consciente de cómo tus pulmones se llenan de aire. Ahora, si eres de los que se aburren con la sola idea de pasar 60 segundos respirando entonces juega con la respiración. Hay mil maneras de hacerlo.
Puedes, por ejemplo, respirar en cuadrado: inspiras en 4, retienes 4, espiras 4 y aguantas 4.
También puedes inspirar en 8 y retener todo lo que puedas… igual y logras retener los otros 52 segundos restantes.
Puedes jugar a inspirar llenando diferentes partes de tu cuerpo. No es lo mismo tomar aire llenando el pecho que hacerlo llenando el vientre, o ampliar las costillas. También es divertido exhalar comprimiendo diferentes partes.
No importa cómo respires, lo que te va a ayudar a desconectar y aumentar tu nivel de energía para dar una mejor experiencia a los clientes es respirar conscientemente 60 segundos cada vez que terminas de manejar una situación difícil con un cliente.
Esto hace parte del “Primero yo” … si no has leído esa píldora naranja, te invitamos a que lo hagas… vale la pena.
EL RETO DE LA SEMANA
Ponte como reto de esta semana dedicar al menos 60 segundos en la mañana y 60 segundos en la tarde para respirar conscientemente. Si no es por una situación difícil, no importa, no necesitas excusas para recargar baterías.
MÓDULOS DE LA ESCUELA DE ANFITRIONES SOBRE EL TEMA
En Primeros auxilios emocionales aprendemos la importancia de cortar, de desconectar cuando atendemos casos difíciles. Practicamos respiraciones y técnicas que nos ayudan a manejar más adecuadamente nuestro mundo emocional.