Esa pregunta ha sido formulada de muchas maneras, por muchas personas, por múltiples profesionales de diferentes áreas y desde hace muchos siglos.
Ha sido contestada a la ligera y también ha sido contestada con profundidad. La religión, la filosofía, la psicología y la neurología se han interesado por darle respuesta, cada una desde su ángulo, ofreciéndonos reflexiones interesantes y complementarias entre sí.
Pero no te preocupes, no pretendemos que este artículo sea una disertación más al respecto en la que se analizan estas diferentes miradas.
La razón por la cual estamos hablando de este tema en la Píldora Naranja de hoy es el punto en el que confluyen todas esas aproximaciones.
¡Y es que si existe un punto de encuentro! Hay un común denominador que es el que nos trae hoy a ti… al mundo de la experiencia de cliente, y es**: la conexión humana.**
Dentro de todas las cosas que nos pueden traer alegría o felicidad (no hablaremos hoy de la diferencia entre una y otra porque dejaría de ser esta una cápsula corta) como la estabilidad de un empleo, un buen jefe, el dinero, una buena comida, lograr metas, por mencionar algunas, destaca con honores y sin importar el área de investigación: la conexión humana.
¿Te has dado cuenta de que no todas las reuniones familiares son igual de satisfactorias? Ni todas las reuniones con los amigos, ni todas las juntas de la empresa, ni todas las interacciones con compañeros o clientes.
Las más satisfactorias, las que más nos llenan, las que nos hacen más felices y, como dirían los neuropsicólogos, las que más endorfinas y oxitocina nos generan, son en las que logramos una conexión auténtica de ser humano a ser humano. Son aquellas en las que logramos relacionarnos desde el fondo, con autenticidad y fluidez.
Entre más posibilidades de contacto humano tengamos, más posibilidades de conexión tendremos. Un científico que pasa sus días encerrado en su laboratorio con poco contacto social tiene menos posibilidades de desencadenar conexiones humanas.
En Star Service estamos convencidos de que trabajar en el área de experiencia de cliente es un privilegio, es una oportunidad increíble que nos aporta la materia prima necesaria para ser felices. Nos ofrece de frente, todos los días, varias veces al día una cantidad de seres humanos con necesidades específicas a los que podemos ayudar… a los que nos pagan por ayudar. Y nosotros tenemos dos opciones:
- O los atendemos como empleados de una empresa, siguiendo un protocolo establecido, es decir casi que como robots.
- O, los atendemos como personas que nos gusta conectar y ayudar a otras que lo necesitan, guiándonos por unos protocolos que nos facilitan el trabajo.
Las dos opciones están sobre la mesa… todos los días… varias veces al día… tú eliges con cuál te quedas… finalmente, tu sueldo será el mismo… la pregunta clave es ¿Cuál te hace más feliz?
EL RETO DE LA SEMANA
Te invitamos a que esta semana saques al investigador que llevas dentro y hagas un experimento. Elige conscientemente conectarte de verdad, con autenticidad, con 2 clientes y luego con otros 2 no lo hagas. Luego observa lo que sucede dentro de ti. Sé consciente de las diferencias en ti. De tu postura corporal, de tu ánimo y de tu gusto por el trabajo. Si haces esto los 5 días de esta semana, estamos seguros de que encontrarías diferencias muy reveladoras y enriquecedoras para ti.
MÓDULOS DE LA ESCUELA DE ANFITRIONES SOBRE EL TEMA
Servir en un privilegio y Gracias por llamar, no soy un robot son módulos en los que nos hacemos conscientes del retorno emocional de la inversión que implica el trabajar en experiencia de cliente.